Si sufres de acné, tienes manchas, una tez apagada o arrugas, los peelings médicos son la solución definitiva. Te explicamos en qué consiste este tipo de peeling, para quién está indicado y qué principios activos se utilizan.
¿Tienes los poros dilatados, la tez apagada, manchas, líneas finas y arrugas, o pequeñas cicatrices de acné? ¡Puedes renovar tu piel con un peeling médico. Este tratamiento es un cóctel de diferentes sustancias, más o menos potente, que dependerá de las necesidades que presente la piel, así como su tipología.
¿Qué es un peeling médico?
Los peelings médicos consisten en la aplicación de un agente químico sobre la piel que estimulará consecuentemente su regeneración, mejorando las características de su superficie y estimulando la remodelación cutánea.
La ablación que se produce de las diferentes capas de la piel estimula el proceso de regeneración con una mejoría en la calidad, tersura y aspecto.
Según la profundidad del efecto provocado, siempre de forma controlada, la respuesta será la eliminación de lesiones como queratosis actínicas, lentigos, elastosis solar, así como regeneración epidérmica mediante la migración epitelial desde antejos cutáneos y síntesis de tejido conectivo nuevo.
Ventajas de los peelings médicos para la piel
Los peelings superficiales son muy bien tolerados por las pieles más sensibles y reactivas, por lo que no habrá problemas en realizar este tratamiento.
Además, otra gran ventaja del peeling médico es que no necesitan baja social ya que apenas tiene efectos adversos. Pueden usarse en pieles oscuras sin ningún tipo de problema. Por último, mejoran la calidad de la piel, discromías y alteraciones epidérmicas.
¿En qué casos están recomendados los peelings médicos?
Los peeling médicos están indicados en los siguientes casos:
- Arrugas estáticas y fotoenvejecimiento: al adelgazar la capa epidérmica y estimular la formación de colágeno atenúan las arrugas más finas.
- Discromías (melasma, lentigos, efélides): los peelings superficiales regularizan la estructura epidérmica y restauran la uniformidad en la distribución de la melanina. Además, aportan luminosidad al óvalo facial. Las efélides son las clásicas pecas.
- Cicatrices: los peelings medio-profundos y los profundos estimulan la elevación del fondo de la cicatriz al activar la síntesis de nuevo colágeno y camuflan los bordes de la cicatriz por la ablación que producen.
- Acné: los peelings superficiales, especialmente el de ácido salicílico se utilizan con éxito como tratamiento complementario en lesiones de acné por su acción comedolítica.
Tipos de peelings médicos según sus principios activos
Nomelan fenol
Soluciones para peelings químicos que contienen fenol, tricloroacético, retinol y una mezcla de hidroxiácidos (glicólico, ascórbico, salicílico y mandélico), junto a ácido fítico.
La profundidad depende del número de capas aplicadas, y el resultado se suele ver a los 7 días: piel renovada, luminosa y de color y textura homogéneas. No induce hiperpigmentaciones ni hipopigmentaciones.
Se recomiendan 3 ó 4 peelings separados por 20-30 días. Se suele utilizar en hiperpigmentaciones difusas como el melasma o como antienvejecimiento.
Melaspeel y melases TRX
Son peelings que contienen agentes específicos despigmentantes, por lo que se utilizan para hiperpigmentaciones o manchas localizadas.
Se suelen realizar 6-8 sesiones espaciadas cada 3-4 semanas. De mantenimiento se utilizan cada 2 meses.
Ácido glicólico
La concentración varía del 20 al 70%, las sesiones se separan un mes y generalmente se hacen 4-6 sesiones. Las indicaciones son melasma, hiperpigmentación postinflamatoria, acné y fotoenvejecimiento leve.
Ácido salicílico (salipeel)
Su concentración varía entre 20-30% y se realizan sesiones mensuales hasta 3-5 sesiones. Las indicaciones más utilizadas serían el acné, melasma, hiperpigmentación postinflamatoria, piel con poro abierto, fotoenvejecimiento medio a moderado. Son muy seguros en cualquier fototipo, también en los oscuros al no inducir hiperpigmentación postinflamatoria.