Mientras que las bajas temperaturas pueden ser aliadas después de los procedimientos de medicina o cirugía estética o cuando retenemos líquidos, el exceso de frío en la época invernal puede dañar la piel. Por eso, en este post vamos a hablar sobre qué le sucede a la piel facial sometida al frío.
¿Qué le pasa a la piel facial sometida al frío?
La piel facial sometida a temperaturas muy bajas, tendrá menos irrigación, una mayor sequedad, la barrera hidrolipídica se va a alterar y, por tanto, es más fácil que aparezcan rojeces, descamaciones y picor, además de que las enfermedades dermatológicas pueden empeorar.
Por ello, cuando la piel se someta a temperaturas muy bajas hay que protegerla con fotoprotección de amplio espectro, independientemente de que haya sol o no, reaplicando cada dos horas.
Además, se recomienda incorporar a la rutina facial cremas con principios activos emolientes y calmantes.
Si la piel es muy seca lo ideal es que, además, se incluyan aceites. Hay que tener mucho cuidado con la exposición sucesiva a temperaturas gélidas ya que estropea la piel y favorece el envejecimiento.
¿Qué síntomas suelen aparecer en la piel en invierno?
En invierno es muy frecuente la aparición de rojeces, pueden ser telangiectasias o rosácea. En cualquier caso, cuando aparezca enrojecimiento hay que consultarlo con un especialista.
En la clínica contamos con tratamientos para ello, como la luz pulsada intensa y con el láser de neodimio-yag.
Los beneficios de la luz pulsada intensa son su rápida recuperación, la mejora de las lesiones vasculares y sus buenos resultados.
Por su parte, el láser ND-yag tiene una eficacia ampliamente demostrada permite actuar de forma segura y con el mínimo de efectos secundarios. Su longitud de onda tiene una penetración alta, por lo que es ideal para tratar lesiones vasculares como telangiectasias, puntos rubí y lagos venosos.
Consejos para cuidar los ojos sensibles del frío
Si sufres de ojos sensibles es muy fácil que lagrimeen. Esto no es nada bueno para el contorno de ojos ya que lo va resecando.
Siempre aconsejo llevar encima colirios protectores con ácido hialurónico, además de un contorno de ojos que tenga una textura vaselinada.
Incluso, si tus ojos van a estar mucho tiempo expuestos al frío, se recomienda aplicar un poco de vaselina en la comisura del ojo. Esto hará de barrera protectora en caso de lagrimear para que así la piel no sufra.