La alopecia es uno de los mayores quebraderos de cabeza de quien la sufre, hombres y mujeres, por ello, en este artículo os vamos a hablar de los distintos tipos de alopecia y de los tratamientos más eficaces en cada caso.
¿Qué es la alopecia?
En general la alopecia es un término médico que se refiere a la pérdida anormal de cabello en cualquier parte del cuerpo, pero comúnmente se asocia con la pérdida de cabello en el cuero cabelludo.
El tratamiento de la alopecia depende de la causa subyacente. Algunos tipos de alopecia pueden ser reversibles, mientras que otros pueden ser crónicos.
Es importante obtener un diagnóstico preciso y determinar el plan de tratamiento más adecuado, y para eso lo primero es determinar cuál es el tipo de alopecia y su causa. Algunas de las formas de alopecia son:
Tipos de alopecia
Aquí te presentamos algunos de los tipos de alopecia más comunes:
Alopecia areata
La alopecia areata es una enfermedad autoinmune en la que el propio sistema inmunológico del paciente ataca al folículo piloso. Es muy habitual que su primera manifestación sea en la infancia, pero puede aparecer a cualquier edad.
La causa no está del todo clara, aunque se conoce la existencia de un componente autoinmune, es decir, las defensas del propio organismo atacan la raíz del cabello originando un proceso inflamatorio que provoca su caída y ocasiona que el pelo no vuelva a crecer hasta que la inflamación no desaparece.
No se conocen con exactitud cuales son los factores que desencadenan esta reacción inflamatoria anómala, aunque parece haber influencia genética y se sabe que el estrés puede actuar como detonante.
Existen muchas formas de alopecia areata. La más frecuente es la aparición entre una y cinco áreas ovaladas sin pelo en el cuero cabelludo. Si se produce una pérdida de cabello generalizada o se cae todo el pelo diagnosticamos una alopecia areata total o difusa, y si además desaparece el pelo de las cejas, pestañas y resto del cuerpo, es una alopecia areata universal.
Los tratamientos médicos son capaces de frenar la caída del cabello y hacer que vuelva a crecer, aunque lo más frecuente son las recaídas. Se utiliza medicación antiinflamatoria como los corticoides, inmunosupresores, inhibidores de la vía JAK…
Efluvio telógeno
Es una alteración del ciclo de crecimiento del pelo que produce una caída del cabello llamativa durante un periodo de tiempo. Es más frecuente en mujeres jóvenes.
Puede deberse a déficits vitamínicos o de oligoelementos, cambios hormonales… es especialmente frecuente después de una infección como el COVID o por estrés. Cuando la causa es tratable, como el déficit de hierro o problemas del tiroides, es importante corregirla.
El resultado de este problema capilar es la disminución del volumen de la melena, que puede notarse al hacerse una coleta que es más delgada que de costumbre. El cuadro suele ser reversible y no conduce a una calvicie, ya que el pelo que se cae es sustituido por uno nuevo. No obstante, hay que saber que recuperar un volumen adecuado de cabello puede tardar bastantes meses o años.
Algunos de los tratamientos más utilizados son los suplementos vitamínicos o nutricionales, así como lociones que fortalezcan el pelo en fase de recrecimiento, también la melatonina puede ser de utilidad regulando el ciclo capilar, el plasma rico en plaquetas, el minoxidil…
Es muy importante saber que se trata de un proceso de buen pronóstico ya que, una vez descartada la presencia de una alopecia concomitante, al no tratarse de un problema de la raíz, todo el pelo será sustituido por un pelo de nuevo crecimiento, por lo que nunca desembocará en alopecia.
Alopecia androgenética masculina
Es la forma más frecuente de alopecia en varones, afectando a más de un 60% de los hombres a lo largo de la vida.
Obedece a causas genéticas y hormonales.
La pérdida de cabello se produce porque los folículos pilosos de las zonas frontal, superior y de la coronilla son más sensibles a la acción de los andrógenos. Estos inducen un proceso de miniaturización en el que los folículos van adelgazando progresivamente, hasta desaparecer por completo si no se instaura tratamiento.
Este tipo de alopecia suele comenzar a los 20-25 años, aunque puede darse en edades más tempranas.
Existen siete grados de alopecia androgénica, en el que el nivel uno es el más leve y el siete el más avanzado.
Actualmente no existe tratamiento curativo, es decir, las terapias deben mantenerse a largo plazo para mantener resultados.
Se utilizan antiandrógenos (Dutasteride), ya sea de forma oral, microinyecciones o tópicos; y también minoxidil, que puede darse de forma tópica u oral. También el plasma rico en plaquetas sería de utilidad.
Alopecia androgenética femenina
La causa es hormonal y genética.
Si se manifiesta antes de la menopausia se denomina precoz y suele agravarse en la menopausia por el descenso de los estrógenos. Por el contrario, si se manifiesta después de la menopausia, se denomina alopecia androgenética tardía. En ocasiones puede iniciarse en la niñez, coincidiendo con la adrenarquia, momento en que las glándulas suprarrenales comienzan su producción hormonal.
Tanto en la forma precoz como en la tardía puede darse por un aumento en los niveles de andrógenos, hormonas masculinas, aunque lo más frecuente es que en sangre estas estén normales. La explicación es que la raíz folicular tiene mayor sensibilidad a las hormonas masculinas, aunque su nivel en sangre esté normal.
Los andrógenos inducen una miniaturización de los folículos, es decir, se van volviendo cada vez más finos.
La clínica se caracteriza por la pérdida de densidad capilar, va clareando el cuero cabelludo. Las zonas afectadas son la región frontal, central y parietal de la cabeza, con un ensanchamiento progresivo de la raya media del cabello.
No existe tratamiento curativo, es decir, el tratamiento debe mantenerse a largo plazo para mantener los resultados y evitar la pérdida de cabello. Se utilizan tratamientos con antiandrógenos, microinyecciones de Dutasteride, plasma rico en plaquetas, Minoxidil…
Alopecia frontal fibrosante
El último de los tipos de alopecia que veremos, es esta forma de alopecia cicatricial cada vez más frecuente, cuyo origen no está definido. Suele afectar a mujeres a partir de la menopausia.
Según los estudios parece que en su aparición y desarrollo intervienen mecanismos hormonales y autoinmunes que afectan a pacientes genéticamente predispuestos.
Se ha identificado una reacción autoinmune en la que las defensas del organismo atacan la raíz del pelo produciendo un proceso inflamatorio que si no se trata acaba por destruir el folículo piloso, lo que impide que el cabello vuelva a crecer.
Suele afectar al pelo de la zona de la diadema y al pelo de las cejas. El resultado es el retroceso de la línea de implantación del pelo. Es bastante habitual que aparezcan granitos en la cara y se marquen muy acusadas las venas de la frente. Este tipo de alopecia progresa lentamente durante años y luego tiende a estabilizarse espontáneamente.
A día de hoy no existe tratamiento curativo, pero sí se puede ralentizar o frenar el avance de la enfermedad.
Se utilizan tratamientos antiandrógenos que controlan el factor hormonal implicado, antiinflamatorios locales, plasma rico en plaquetas…
Cada tipo de alopecia tiene su origen y tratamiento específico. Obtén la información que necesitas para tomar medidas y recuperar tu cabello.
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