La periodista María Villora ha publicado un reportaje en la revista Mia sobre el bótox en el que ha contado con mi opinión.
La toxina botulínica es uno de los tratamientos médico-estéticos más utilizados, pero en torno a él circulan muchos bulos. El bótox no es un relleno, no sirve para modificar volúmenes del rostro, como sí hace el ácido hialurónico.
Tampoco paraliza la cara salvo que se haga un mal uso. Otro de los miedos más frecuentes es acabar con las cejas de Mr. Spock. Esto es algo que se puede evitar si valoramos la fuerza muscular frontal de cada paciente.
Siempre que se aplique en la cantidad justa y en el lugar correcto la toxina botulínica no deja cejas de espanto. Conviene, además, respetar la frecuencia que los expertos aconsejamos. Si te pones en buenas manos, el bótox es un buen aliado para rejuvenecer el rostro.