Si tienes manchas en el rostro y vas a empezar un tratamiento antimanchas, estas son las ocho cosas a tener en cuenta.
Así comienza un artículo que publica este mes la edición digital de la revista Woman, en el que hablo sobre ello.
En primer lugar, quiero diferenciar entre las manchas de fotoenvejecimiento como los léntigos solares o las queratosis seborréicas, y las manchas hormonales como el malasma.
¿Cómo se diferencian unas de otras?
Los léntigos son marrones claritos, redondeados y menores de un centímetro, mientras que las queratodis son de color marrón negruzco y suelen tener relieve.
Ambas son superficiales (están en la epidermis) y su presencia aumenta a partir de los 40 años.
Las queratosis se localizan normalmente en rostro, pecho, hombros, espalda y en las calvas masculinas. Los lentigos, además, en brazos y dorso de las manos.
La aparición del melasma tiene que ver con cierta predisposición genética, pero sobre todo se debe a cambios hormonales, prueba de ello es que el 70% aparece durante el embarazo. Estas manchas hormonales se instalan normalmente a más profundidad, en la dermis, por lo que son más rebeldes a la hora de eliminarlas», reconoce.
¿Cuál es el tratamiento para las manchas en el rostro?
Los lentigos se eliminan muy bien con láser.. En concreto yo utilizo el Q-Switched Synchro QS4, de Deka que trabaja selectivamente sobre el pigmento de la mancha, provocando un escarchado de la misma.
Como estas lesiones son muy superficiales, están en la epidermis, este láser se aplica con una longitud de onda 532 nm, que es la más adecuada, y las elimina.
Tras su aplicación, se genera una pequeña costra en la zona tratada, que se desprende a los 7 ó 10 días.
Pero para el melasma, sin embargo, no hay una solución tan clara. Según el tipo de paciente, de piel, de melasma…, se hacen unos tratamientos u otros.