POSITIVE FACE
¿Qué es Positive Face?
Llevo más de 20 años dedicada a la medicina y cirugía estéticas y en los últimos años, sobre todo por la influencia de las redes sociales y los filtros de estas, vengo observando con preocupación que se están creando estereotipos de belleza muy alejados de la realidad.
La gente joven, aunque también de mediana edad, se están dejando influir por unos cánones de belleza que no son reales. Y el problema es que esto está alterando la autoestima de muchas personas que buscan en la medicina y la cirugía estéticas cambios que pueden provocar auténticas aberraciones.
Jamás nadie puede tener un rostro como el que tiene tras aplicar los famosos filtros de las redes sociales. Y creo que es papel de todos, proteger, sobre todo a las nuevas generaciones de la necesidad de ser como un patrón y de los estereotipos. De aquí nace mi filosofía del POSITIVE FACE. Cada persona tiene un rostro, que es su esencia, y, se puede mejorar, pero siempre tenemos que respetar las facciones.
Como profesional de la cirugía y la medicina estética defiendo la libertad que cada persona tiene para elegir un tratamiento que le ayude a verse mejor, sin que por ello sea juzgada, ni que tenga que esconderse.
Mi objetivo es normalizar y defender el derecho a someterse a cirugías y tratamientos de medicina estética, como una forma de cuidarnos, de retrasar el envejecimiento de nuestra piel y de vernos mejor.
Es lícito querer cambiar algo de nuestro rostro cuando no nos sentimos bien, pero siempre que lo hagamos de forma libre y respetando nuestras facciones básicas. Como cirujana y médico estético animo a la gente a cambiar cosas de su imagen con las que no se siente a gusto.
Por ejemplo, hay determinadas arrugas de expresión, o defectos motivados por la genética, el estrés u otros factores, que pueden hacernos parecer cansados, enfadados o reflejar una edad que no tenemos o no sentimos. Es lógico querer corregirlos, siempre que se haga cuidando la piel y las diferentes estructuras del rostro y, sobre todo, respetando la funcionalidad de nuestras facciones.
Los cambios que realizamos en el rostro pueden cambiar la percepción que los demás tienen de nosotros. Los terapeutas de medicina o cirugía estética debemos orientar a los pacientes y explicarles qué percepción se asocia a cada cambio.
Esto implica un profundo conocimiento de la anatomía y la evolución de las facciones con el paso de los años, la comprensión de lo que el paciente busca en esencia, y el compromiso de ofrecerle lo mejor, explicando todo con rigor y mucha paciencia. E implica en muchos casos decir no.
No todo vale, para mí, no.
LA ESENCIA DEL POSITIVE FACE EN 10 PUNTOS
01
Cada persona tiene un rostro único, hemos de defender su originalidad y su esencia. La belleza del rostro tiene muchas caras… hemos de ayudar a nuestros pacientes a encontrar la suya, aquella que se alinea con su autoestima interior
02
Hay facciones básicas que no pueden cambiarse sin provocar una aberración. Hemos de respetarlas.
03
Los cambios físicos del rostro deben ser siempre una elección libre y nunca estar mediados por patrones de belleza impuestos, consciente o inconscientemente, que hagan sufrir a la persona. Siempre que pienses en cambiar algo en tu rostro piensa si lo haces libremente y si te va a aportar equilibrio con tu interior.
04
La aceptación de la imperfección facial es un ejercicio de realismo, no hay ninguna cara tan perfecta como los cánones digitales de las aplicaciones que nos invaden.
05
Algunas imperfecciones del rostro dan atractivo y personalidad, hay que valorarlas y saber si son parte de la esencia.
06
El rostro transmite pensamientos y emociones y se ha de respetar su funcionalidad en la medida en que la persona lo desee.
07
La salud de la piel y de las distintas estructuras del rostro deben ser tenidas en cuenta siempre en cualquier tratamiento.
08
Es lícito querer cambiar algo en nuestro rostro cuando queremos alinear nuestro sentimiento interno con nuestra imagen, siempre que se haga desde la libertad y el pensamiento saludable.
09
Los cambios que realizamos en el rostro pueden cambiar la percepción que los demás tienen de nosotros en un primer instante. Los terapeutas de medicina o cirugía estética debemos orientar a los pacientes y explicarles que percepción se asocia a cada cambio.
10
La medicina y la cirugía estética son dos herramientas más para vernos y sentirnos mejor. No hay que sentir vergüenza ni ocultar su uso.