TOXINA BOTULÍNICA

La Toxina Botulínica es una sustancia que tiene la capacidad de producir una relajación de las fibras musculares de la zona donde es inyectada y nos permite controlar la excesiva contracción de los músculos que producen las arrugas en la gesticulación.

¿Qué es la toxina botulínica?

La Toxina Botulínica de tipo A, fundamenta su efecto sobre la acción de una neurotoxina, producida por la bacteria Clostridium Botulinum. Esta toxina actúa bloqueando el neurotransmisor responsable del impulso nervioso que llega hasta el músculo donde se desea reducir la contracción.

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Ventajas

  • Su aplicación es muy sencilla y apenas es dolorosa, debido al pequeño tamaño de la aguja que se utiliza durante la infiltración del producto. No suelen aparecer hematomas, solo una leve inflamación en el punto de inyección que desaparece en unos minutos.
  • No existe ninguna restricción sobre la época del año en la que se debe aplicar, por lo que se puede realizar en cualquier estación.
  • Después del tratamiento, se aprecia una piel mucho más lisa, relajada y libre de arrugas, sobre todo en movimiento.
  • La relajación del músculo se suele prolongar alrededor de unos cuatro a ocho meses, dependiendo del paciente, y sus resultados se aprecian poco a poco, desde la primera semana de dicha intervención.

Características

  • El tratamiento con Toxina botulínica es mínimamente invasivo. Se aplica mediante una aguja muy fina sobre los puntos del rostro que considera oportuno el especialista, para que a lo largo de los siguientes días, se comiencen a disipar las arrugas de la zona donde se ha inyectado esta sustancia.
  • Para obtener los mejores resultados, es imprescindible que el profesional posea un profundo conocimiento de la musculatura del rostro. De esta forma, estudiando atentamente las características anatómicas de cada paciente, conseguiremos un resultado natural que mantenga intacta su expresión.

¿Para quién está recomendado?

  • Este tratamiento se puede realizar a partir de los 18, hasta los 65 años de edad. Está recomendado para todo aquel, que quiera atenuar o eliminar arrugas de expresión como las patas de gallo, las arrugas de la frente o del entrecejo.
  • Además, con la evolución de la técnica, se han ampliado las zonas de aplicación de la Toxina Botulínica. Actualmente, es posible mejorar de forma integral la mirada del paciente y actuar sobre los músculos complementarios del rostro, responsables de la sujeción de las cejas, elevando las mismas si se desea.

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CÓMO SABER SI LA TOXINA BOTULÍNICA ES PARA TI

La toxina botulínica ha sido desde hace años el tratamiento estrella para la corrección de las arrugas del entrecejo, la frente y las patas de gallo…

A pesar de que en un principio fue un tratamiento reservado para las grandes actrices de Hollywood, en poco tiempo se popularizó y paso a ser una de las principales armas en la lucha contra el envejecimiento facial.

De manera simultánea a su popularización, comenzó la controversia sobre su uso y empezaron a aparecer defensores y detractores del mismo, ya que para algunos el procedimiento provocaba falta de expresividad y artificialidad en los rostros, mientras que para otros era la técnica perfecta para deshacerse del entrecejo o las arrugas frontales.

La realidad es que no es la toxina botulínica la que debemos llevar a examen, sino la manera de aplicarla y la elección del paciente, que son las dos razones por las que este tratamiento puede fracasar.

Conocer tu anatomía facial y la fuerza de los músculos será decisivos para saber si la toxina botulínica es un tratamiento adecuado para ti.

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  • Si tus cejas están muy separadas entre sí

    la inyección a nivel del entrecejo puede intensificar esta separación, no deberías infiltrarte a no ser que camufles esta distancia con maquillaje específico para cejas.

  • Si tus cejas son muy bajas o el cuerpo de las mismas está muy descendido respecto a la cola

    la relajación del musculo frontal puede entristecer tu mirada. En estos casos solo deberíamos tratar las arrugas del entrecejo y la pata de gallo y optar por atenuar las de la frente con ácido hialurónico.

    Por el contrario, si tiendes a elevar mucho la cola de la ceja en la gesticulación, la precaución que debemos tomar, para no tener cara de sorpresa, de espanto o de maldad, es inyectar el musculo frontal por encima de esta zona para que la ceja no quede demasiado arqueada hacia arriba.

  • Si tienes un exceso de piel en el parpado superior, que se repliega alcanzando casi el borde de las pestañas

    puede que en tu día a día compenses la incomodidad de este exceso cutáneo elevando las cejas para tensar esta zona y así  sentir menos peso en el parpado de arriba. En estos casos si aplicamos la toxina botulínica sobre la frente podemos anular esta compensación, la cejas no se elevaran con igual fuerza y el parpado descenderá a su posición natural, que es menos favorecedora.

    Si te sobra piel en el parpado superior, cuando te mires al espejo o cuando te maquilles, inconscientemente elevaras tus cejas, para percibirte más atractivo y cómodo, y el bloqueo de este movimiento mediante la toxina, puede hacer que no reconozcas tu expresión al mirarte.

    Por tanto, salvo que se corrija el exceso cutáneo de parpado superior, en estos pacientes no deberíamos aplicar toxina botulínica y únicamente, en casos seleccionados, podemos hacer una técnica personalizada para disminuir la fuerza muscular levemente y mejorar en parte las arrugas.

  • Si retienes liquido alrededor de los ojos,

    tras la infiltración de la toxina puedes ver acentuada esta retención, con la aparición de bolsas palpebrales. Esto es debido a que el movimiento muscular ejerce de bomba en la eliminación de líquido y si se bloquea, este se puede acumular.

    Si esta falta de drenaje es muy acentuada, podría incluso aparecer un inestetismo denominado festón malar, que se reconoce como una doble bolsa bajo los ojos. En estos casos se debe desaconsejar la infiltración o hacer inyecciones parcheadas de un modo personalizado sin tratar todo el espesor del músculo.

  • Si tu pómulo es muy prominente y la musculatura que lo rodea es muy gruesa

    el tratamiento de la pata de gallo debe valorarse muy bien, ya que en algunos casos, la relajación de la parte baja del musculo orbicular puede hacer que los músculos cigomáticos a nivel del pómulo se proyecten de una forma artificial durante la sonrisa.

    En estos pacientes debe inyectarse únicamente la zona alta de la pata de gallo y optar por dosis de toxina intradérmica (y no intramuscular) en la región más baja del defecto.

En definitiva, la toxina botulínica es un recurso muy eficaz para el control del envejecimiento del tercio superior facial, siempre que el tratamiento sea personalizado, respetando las características anatómicas individuales de cada paciente y siempre que haya un control de la dosis infiltrada.

Todos los pacientes pueden beneficiarse de este tratamiento, pero no siempre todos podrán eliminar todas las arrugas que desean, si además quieren un resultado natural.

El equilibrio está en hacer un uso responsable y racional de esta herramienta, basado en un conocimiento estricto de la anatomía y la dinámica de la musculatura facial, que permita dar a cada rostro la frescura que necesita.

PREGUNTAS FRECUENTES

¿Cuánto dura el efecto de la toxina botulínica?

La duración de los efectos varía dependiendo de cada paciente. La media de visibilidad del tratamiento es de unos 6 meses tras los que sería necesarios realizar una sesión de recuerdo.

No obstante, es necesario que antes de la sesión de refuerzo el médico estético estudie el estado de nuestra piel para verificar que efectivamente es viable aplicar el tratamiento.

 

 

¿Qué efectos secundarios podemos tener?

Si se siguen las instrucciones post tratamiento, este es un tratamiento muy seguro

Aunque es infrecuente, pueden existir pequeños hematomas tras la infiltración que desaparecen en el transcurso de días y que se ocultan con el maquillaje. Ocasionalmente puede aparecer cefalea leve que se controla con analgésicos normales.

Los efectos de esta proteína pueden acentuarse en pacientes que estén tomando antibióticos del grupo de los Aminoglucósidos.

Sin embargo, se anula o es débil en aquellos que toman Dpenicilamida, Ciclosporina o Quinolonas.

Su uso está prohibido en pacientes con Miastenia grave o Síndrome de Eaton Lambert.

Aunque no está demostrado que tenga efectos adversos en pacientes embarazadas, es aconsejable que la paciente compruebe que no lo está, siendo preferible postponer el tratamiento en caso positivo.

¿Qué debo hacer tras el tratamiento con toxina botulínica?

Durante las siguientes cinco horas al tratamiento no deberás acostarte o adoptar posturas que puedan provocar la difusión de la toxina hacia otros grupos musculares.

Durante las siguientes 24 horas no se debe realizar deporte, ni tomar rayos UVA, Sauna o realizarse masajes faciales.

¿La toxina botulínica sirve también como tratamiento preventivo?

Sí. Al relajar la musculatura facial evitará que se formen arrugas por expresión facial y que las que ya se ven se hagan más marcadas aún con el paso del tiempo.

¿Cuándo se empiezan a ver los resultados?

Los primeros días puede aparecer algo de enrojecimiento y una ligera inflamación que tensa la piel pero que nada tiene que ver con el efecto de la toxina, hay que esperar unos 4 días para que la proteína haga su efecto y podamos notar los resultados.

¿Puedo combinar el Toxina botulínica con otros tratamientos simultáneamente?

Sí, no hay ningún tipo de restricción. El médico es el que debe valorar a cada paciente y recomendar cuales son los tratamientos que combinados o no, mejor resultados puedan dar.

¿Me puedo maquillar después del tratamiento?

Puede maquillarse suavemente, para disimular las rojeces de las inyecciones.

¿Pueden salir hematomas?

Pueden salir pequeños hematomas derivados de los pinchazos para aplicar la sustancia, pero no como consecuencia del uso de la Toxina Botulínica. Habitualmente no suelen salir, porque se utiliza una aguja muy fina.

¿Cuál es la diferencia entre la toxina botulínica y el ácido hialurónico?

La Toxina Botulínica se utiliza en el tercio superior del rostro y el Ácido Hialurónico puede usarse en todo el rostro.

La Toxina Botulínica se aplica sobre los músculos faciales cuya acción deseamos disminuir y el Ácido Hialurónico se aplica sobre la arruga o surco que deseamos rellenar, a nivel de la piel.

¿Al desaparecer el efecto de la Toxina Botulínica, se notan más las arrugas que antes del tratamiento?

No. Cuando pasa el efecto, el músculo vuelve a su actividad normal, pero el tiempo que la Toxina ha estado actuando, es tiempo ganado al envejecimiento facial.

¿Me lo puedo hacer en cualquier época del año?

Si, ya que no se trata de un tratamiento fotosensible.

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