¿Tienes algún vuelo previsto en los próximos meses? Quizás no sabías que los viajes en avión afectan a la piel y no precisamente de forma positiva.
Para evitar turbulencias en tu piel, en este post te compartimos son los buenos gestos de belleza que se deben adoptar antes, durante y después de un viaje en avión.
¿Qué le pasa a la piel cuándo viajamos en avión?
A 10.000 metros de altitud, la piel se pone a prueba. ¿Su primer desafío? El aire de cabina seco para la cara.
De hecho, la piel necesita un cierto nivel de humedad a su alrededor para mantenerse bien equilibrada. Sin embargo, en la cabina de un avión, el nivel de humedad es mucho más bajo que en tierra (Entre un 10 a 20%, mientras que en suelo firme es de un 60%).
En este ambiente, la piel tiende a deshidratarse, dando como resultado una sensación de incomodidad y tirantez. Además, la presurización de la cabina conduce a un retorno venoso y linfático deficiente y una mala circulación de oxígeno en las células de la piel. Como resultado, la piel está más apagada, cansada, deshidratada e, incluso, hinchada.
Consejos previos a coger el avión
Los primeros cuidados para tu piel durante los viajes en avión, comienzan antes del vuelo.
La semana previa a la salida del vuelo, siempre recomiendo exfoliar la piel para una limpieza profunda.
Con este gesto, conseguimos eliminar las células muertas y las impurezas, para preparar bien la piel para recibir los cuidados que habrá que aplicar durante el vuelo.
Para ello, optaría por los peelings médicos suaves, aptos para todos los tipos de piel, incluidas las sensibles ya que son muy bien tolerados. Mejoran la calidad de la piel, discromías y alteraciones epidérmicas. Según el tipo de piel, escogeremos un principio activo u otro, como el ácido salicílico o el glicólico. Siempre hay que personalizar el tratamiento, cada piel es única.
Además, una vez realizado el peeling médico, es fundamental hidratar y nutrir justo adecuadamente el manto hidrolipídico, que se verá amenazado en altura. Para ello, puedes añadir unas gotas de aceite vegetal nutritivo a tu crema de noche para cubrir las necesidades de grasa y agua de la piel. Las ceramidas o la niacinamida son ideales para restaurar y fortalecer la barrera cutánea.
Además, el ácido hialurónico ayudará a prevenir la deshidratación, evitando la pérdida de agua transepidérmica y manteniendo los niveles de hidratación de una manera óptima.
¿Qué cuidados hay que tener durante el vuelo?
El segundo momento para cuidar tu piel en los viajes en avión es, precisamente, durante el vuelo.
Hidratación y protección a partes iguales
Limpia y protegida, la piel está lista para despegar. Pero ahora que está en las nubes, es donde tendremos que redoblar nuestra atención y cuidado.
Recuerda que, a bordo del avión, debes adaptarte a la restricción de un máximo de 100 ml. Por ello, embarcamos un kit de belleza repleto de productos en tamaño de viaje para poder cubrir todas las necesidades de la piel durante el vuelo.
En primer lugar, durante el vuelo, hay que hidratar y nutrir la piel con regularidad, según cuántas horas vayas a estar en cabina.
Por ello, para evitar la deshidratación, fruto del cambio de altitud, aplica una bruma hidratante sobre el rostro. El formato de spray es muy interesante porque evita que te tengas que tocar la piel. Además, se recomienda beber dos vasos de agua cada hora que pases en el vuelo, es importante hidratarse también por dentro.
No olvides mimar tus contornos de ojos y labios. Como sabes, la piel de estas zonas es más delicada y fina que la del resto de la cara, por lo que serán las primeras en sufrir los estragos del vuelo. Los tratamientos dedicados a estas áreas específicas son generalmente de pequeña capacidad, normalmente, 15 ml, por lo que son perfectos para llevar de viaje.
Sigue siendo ideal optar por formatos de parche o stick, que eviten el contacto entre las manos y la piel. Los parches para ojos de hidrogel vienen muy bien para dejarlos actuar durante todo el viaje, de esta forma nos aseguramos de mantenerlos hidratados y protegidos. Por su parte, aplica un bálsamo labial cada cierto tiempo para evitar que se sequen.
Gym facial para revitalizar la piel
¿Otra opción? La gimnasia facial.
Con las manos limpias (puedes llevar toallitas desinfectantes) y cada dos horas, hacer una pequeña sesión de gimnasia facial ayuda a estimular la circulación sanguínea y despertar la piel.
Se recomienda realizar movimientos firmes con una presión moderada y siempre de manera ascendentes para favorecer el drenaje linfático. En los párpados hay que dividir el ojo en dos partes, trazando una línea vertical que pase por la pupila. Hacia dentro de esta línea, el párpado drenaría en esa dirección interna, para luego buscar la zona de la mejilla y bajar hacia la clavícula. Hacia fuera de esta línea imaginaria, drenaríamos externamente hacia el ángulo de la mandíbula y hacia abajo en dirección a la clavícula.
Si no llevas toallitas desinfectantes, puedes hacer gimnasia facial sin contacto con las manos y la piel.
Es decir, simplemente pronuncia las vocales, exagerando el movimiento. Además, sugiero abrir mucho los ojos para movilizar el músculo orbicular y drenar la mirada: un buen ejercicio contra las ojeras.
También puedes hacer movimientos de rotación del cuello siguiendo la dirección de las agujas para permitir que el oxígeno circule mejor hacia la cara. En general, es bueno activar todo el cuerpo, por ejemplo, golpeando con los talones el suelo del avión, haciendo flexiones y extensiones de los pies, o mejor, caminando un poco por los pasillos del avión.
Después del vuelo: revitaliza tu epidermis
Finalmente, la tercer etapa de los cuidados para tu piel en los viajes en avión, es la posterior al vuelo en sí.
Siguiendo los consejos anteriores, pones todas las posibilidades de tu lado para conseguir una piel saludable. Pero hay un elemento que, realmente, no podemos controlar y que es fundamental para preservar la belleza y la salud de la piel: el sueño.
Durante un vuelo nocturno, el hecho de estar semiacostado y dormir mal se traduce en la piel: se renueva menos y puede tender a perder luminosidad. Por tanto, una vez llegues al destino es importante tomarse unos minutos para revitalizar su piel.
Sobre la piel limpia, se puede aplicar una mascarilla calmante (si la piel se ha enrojecido) o hidratante/revitalizadora para favorecer una piel firme y radiante. Después de enjuagarla o no (según las instrucciones de uso), rehidrata tu piel con tus productos de cuidado habituales: sérum, contorno de ojos y crema de día/noche.
Y, por supuesto, adapta tu rutina al clima del destino, es decir, texturas ligeras en países cálidos, cremas solares de amplio espectro siempre, con independencia del lugar donde vayas, y cremas más ricas en países con temperaturas bajas y gélidas.
Hazte una higiene personalizada en la clínica
A la vuelta de las vacaciones, se recomienda hacerse un tratamiento de hidratación y reparación profunda de la piel en manos de un profesional.
En la clínica contamos con vaporización y Ozonoterapia, para ayudar a hidratar y purificar la piel y vehiculizar activos; Ultrasonidos de masaje de recuperación, que estimulan la piel, aumentan el metabolismo, ayudan a eliminar líquido y toxinas y ayudan en la absorción de nutrientes; la Pulverización de principios activos hidratantes y regeneradores; o la Alta Frecuencia, que funciona mediante un electrodo de vidrio y mejora el metabolismo de la piel y la recepción de los productos por parte de las células.
Hay dos tipos de aplicación:
- Para pieles secas envejecidas usamos el método indirecto con masaje con el terminal sobre el rostro.
- Para piel grasa usamos el método directo aplicando una crema en masaje en forma de espiral
- Para zonas inflamadas se usa el método de parche, aplicando el cabezal sobre zonas concretas y sobre una compresa húmeda
Además, usamos dos tipos de onda: continua y uniforme para producir calor; o de pulso o intermitente.