La gracia de un cuello estilizado y bien definido a menudo pasa desapercibida hasta que aparecen signos de envejecimiento que desdibujan su contorno. Entre estos signos se encuentran las bandas platismales, unas marcas que pueden revelar más años de los que sentimos o deseamos mostrar.
Entender qué son, por qué se forman y cómo podemos tratarlas es fundamental para quienes buscan mantener una apariencia juvenil y fresca; por eso, en este post te hablaremos sobre ellas, los dos tipos que existen (estáticas y dinámicas), cómo diferenciarlas y cuál es el enfoque más adecuado para tratarlas.
Bandas platismales: un desafío estético del envejecimiento
El cuello es un área que tradicionalmente ha sido un símbolo de elegancia y juventud. Sin embargo, es también una de las primeras partes del cuerpo en mostrar la edad. Las bandas platismales son un claro ejemplo de ello.
Las bandas platismales son esas líneas verticales que a menudo vemos en el cuello y pueden ser un signo revelador del envejecimiento y una fuente común de preocupación estética.
En este post, vamos a explorar cómo diferenciarlas y cuál es el enfoque más adecuado para tratarlas.
Dos tipos de bandas platismales: estáticas vs. dinámicas
Como antes te comentaba, es importante que sepas que existen dos tipos: estáticas y dinámicas, y que el tratamiento para cada una es muy distinto.
Bandas dinámicas
Por un lado, las bandas dinámicas no se ven en condiciones normales, pero se hacen evidentes con la gesticulación, por ejemplo, cuando echamos el labio hacia abajo.
Estas bandas, que aparecen en movimiento, pueden tratarse eficazmente con neuromoduladores, como la toxina botulínica. Estos relajan el músculo platisma y suavizan las bandas que se forman durante la gesticulación.
Bandas estáticas
Por otro lado, las bandas estáticas son resultado de la flacidez. El músculo platisma, ubicado en el cuello, pierde su tensión y, con el tiempo, arrastra la piel consigo hacia abajo.
Este tipo de bandas son visibles en reposo y no cambian con los movimientos faciales.
El tratamiento para las bandas estáticas es más complejo y, en general, requiere un enfoque quirúrgico. Este procedimiento involucra ‘coser’ y recoger las bandas para restaurar la tensión, así como eliminar el exceso de piel para conseguir un cuello más definido y rejuvenecido.
Dos tipos, dos tratamientos
Determinar si las bandas platismales son estáticas o dinámicas es crucial para elegir el tratamiento correcto.
Para las bandas estáticas, la cirugía puede ser la opción más efectiva. Este procedimiento, aunque más invasivo, puede ofrecer resultados duraderos y significativos.
En cambio, para las bandas dinámicas, el tratamiento con neuromoduladores es una solución menos invasiva que proporciona resultados temporales pero satisfactorios. La toxina botulínica se inyecta en puntos específicos del músculo platisma, reduciendo su actividad y, por lo tanto, la aparición de las bandas al realizar ciertos movimientos faciales.
Además de estos tratamientos, en nuestra clínica tenemos una amplia gama de tratamientos de rejuvenecimiento de cuello. ¡Conócelos!
Si has notado la aparición de bandas en tu cuello y deseas un cuello más liso y joven, te animo a contactar nuestra clínica.
Con una evaluación detallada, podremos determinar el tipo de bandas platismales que tienes y el tratamiento más efectivo para ti. No dejes que el paso del tiempo defina tu belleza. Vuelve a sentirte segura y a gusto con tu cuello, ¡estamos aquí para ayudarte!
Y también puedes seguirme en Instagram, para más consejos e información sobre medicina estética: