En muchas ocasiones nos centramos en productos y tratamientos para conseguir una piel radiante cuando estas no son las únicas vías para conseguir el rostro con el que soñamos y es que algo tan simple como una correcta alimentación para tu piel, hará que luzcas un rostro estupendo.
En efecto, además de seguir un ritual que incluya unos cuidados mínimos como son la limpieza y la hidratación, hay otros factores, como la alimentación, que debemos tener siempre presentes y que son más sencillos de lo que crees.
La importancia de una alimentación saludable en la apariencia de tu cutis
La alimentación no solo tiene un efecto directo en nuestra salud, también en la apariencia de nuestro cutis, por lo que controlar la lista de la compra puede ser también un buen tratamiento de belleza. Y es que los productos que consumimos afectan directamente a la salud de nuestra dermis y, por lo tanto, a su aspecto.
Incluir determinados alimentos en nuestra despensa beneficiará al estado general de nuestra piel, consiguiendo así un apoyo extra en nuestro camino para lucir un rostro perfecto.
De la misma forma que una falta de hierro o zinc puede provocar que nos salgan esas molestas grietas en la comisura de la boca que tanto nos molestan cada vez que hablamos o comemos, aumentar el consumo de antioxidantes puede ayudarnos a combatir el paso del tiempo.
¿Cuál es la mejor alimentación para tu piel?
Dependiendo de cuál sea la “debilidad” de cada cual, deberemos elegir unos productos u otros para conseguir una dieta ideal que se traduzca en un rostro radiante.
Apunta qué te puede aportar cada uno para conseguir elaborar tu menú de la belleza y elabora tu nueva lista de la compra.
Más hidratación
La sequedad cutánea es uno de los problemas más habituales y, aunque esto no se puede solucionar cambiando la alimentación, introducir ciertos productos sí puede ser un impulso importante.
Además de beber suficientes líquidos, las verduras y las hortalizas son los grandes aliados. A la cabeza el pepino, ya que con su 96% de agua, es uno de los más hidratantes. Le siguen de cerca la sandia y el tomate, frutos que pronto estarán en su mejor momento.
Y no nos podemos olvidar de la papaya, que, además de ser muy hidratante, su gran aporte de vitamina C mejora la producción de colágeno evitando así la aparición de arrugas.
Piel firme y elástica
Para que tu piel tenga ese aspecto de firmeza y elasticidad que tanto caracteriza a las pieles más jóvenes, el ingrediente que no debe faltar es el colágeno. Además, también se verán favorecidas tus uñas y tu cabello, así como las articulaciones.
En esta ocasión, la fuente principal la encontramos en alimentos de origen animal. Al elegir la carne, es mejor decantarse por las piezas más magras como las de pollo o pavo, para evitar aumentar el consumo de grasa. En cuanto al pescado, es recomendable dar prioridad al azul, siendo las sardinas un plato perfecto para cuidar nuestra salud y nuestra piel.
Anti arrugas
Si buscas una alimentación para tu piel que te permita prevenir la aparición de arrugas o reducir el aspecto de las ya existentes, tu aliado perfecto son los alimentos ricos en antioxidantes.
Los antioxidantes nos protegen de los daños que causan los radicales libres, los culpables del proceso de envejecimiento. Así pues, deberíamos consumir a diario productos como los arándanos, el brócoli, los espárragos o el aguacate.
Los frutos secos, como las nueces o las avellanas, además de ser un buen tentempié, también aportan una gran cantidad de antioxidantes.
Además de actuar contra las arrugas, tu rostro lucirá mucho más luminoso.
¿Y cuál es la peor?
Después de tener claro que debemos sumar, también hay que destacar qué debemos restar.
El alcohol, los azúcares o las dietas pobres en vitaminas pueden echar por tierra hasta la genética más envidiada.