La relación entre embarazo y tratamientos estéticos es fuente de muchas preguntas en nuestra Consulta: «¿Puedo hacerme tratamientos estéticos si estoy embarazada?», «¿Puedo ponerme ácido hialurónico estando embarazada?» y muchas otras similares. Por ello, en este post vamos a intentar aclarar esta cuestión.
La primera consideración que debe quedar clara es que durante el embarazo hay que tener algunas precauciones a la hora de cuidar la piel, de hecho, la mayoría de los tratamientos de medicina estética están contraindicados.
El problema no es el tratamiento en sí, sino la falta de estudios clínicos que aseguren que no se puede provocar algún tipo de problema en el feto. Por ello, partimos de la base de que los tratamientos no son seguros y que no se deberían realizar hasta después del parto (o de la lactancia).
¿Qué tratamientos estéticos no se pueden realizar durante el embarazo?
Ni toxina botulínica, ni peelings, ni aparatología, ni rellenos con ácido hialurónico.
No se pueden realizar tratamientos con toxina botulínica porque puede provocar malformaciones en el feto y abortos; tampoco se deben usar los peelings (ácido salicílico, glicólico, retinoico y todos sus derivados) porque pueden pasar a la sangre de la madre y por lo tanto al feto, provocando malformaciones.
Respecto a la aparatología, como radiofrecuencia, ultrasonidos o similar, no se ha demostrado que sea mala, pero tampoco se ha podido demostrar que no tengan efectos en el feto. Así que tampoco se deben realizar.
En cuanto al ácido hialurónico, este es un tema controvertido.
Por un lado, se sabe que en su degradación se va a deshacer en CO2 y agua y esto no debería ocasionar ningún problema, pero no se recomienda aplicar tratamientos con ácido hialurónico durante el embarazo porque a veces la propia molécula del ácido hialurónico está reticulada o manipulada con determinados agentes que no se sabe si pueden provocar daños al feto.
La única molécula medio permitida, aunque no hay estudios, es el ácido hialurónico puro monomérico (se usa solo para hidratar) pero tiene un efecto muy corto en la piel, porque desaparece muy pronto y tampoco se está usando, ya que no compensa.
Cómo cuidar la piel del rostro durante el embarazo
Ya hemos visto los tratamientos que no se deberían hacer durante el embarazo, pero ello no quiere decir que en este periodo no debas cuidar tu piel.
De hecho, aconsejamos mucha protección solar para prevenir las manchas (que sabemos que son uno de los problemas más habituales por los cambios hormonales, en concreto el cloasma), mucha hidratación, porque la piel tiende a estar más seca y en el centro de belleza podemos hacernos limpiezas con vapor ozono y masajes de drenaje linfático que van a favorecer que no se retenga líquido en la cara, permitirán la oxigenación del tejido y manteniendo el rostro más anguloso.
Pero eso sí, debes tener muy en cuenta que no se pueden utilizar aceites esenciales puros ya que tienen terpenos, que producen malformaciones en el feto. Tampoco se debe utilizar hidroquinona, el agente blanqueante cosmético más frecuente, pues está contraindicado por provocar malformaciones (de hecho, tampoco se puede utilizar durante la lactancia). De igual forma, están desaconsejados los retinoides.