Cuando empezamos a notar pérdida de firmeza facial —especialmente a partir de los 35 o 40 años—, una de las preguntas más frecuentes es qué tratamiento funciona mejor para recuperar la tersura sin pasar por quirófano, la radiofrecuencia o el HIFU, y qué diferencias hay entre ellos.
Ambos son tratamientos muy eficaces, pero actúan de forma distinta, en diferentes capas de la piel y con objetivos complementarios.
Entender sus diferencias es clave para elegir el más adecuado según el grado de flacidez, la edad y el estado de la piel.
¿Qué es el HIFU y cómo actúa?
El HIFU (Ultrasonido Focalizado de Alta Intensidad) es un tratamiento no invasivo que actúa en profundidad, llegando incluso a la capa muscular (SMAS), la misma que se trabaja en un lifting quirúrgico.
Mediante ondas de ultrasonido focalizadas, genera puntos de calor controlado que provocan una contracción inmediata del tejido y estimulan la formación de nuevo colágeno.
Es ideal para mejorar la flacidez moderada en zonas como el óvalo facial, el cuello o la línea mandibular.
Sus efectos son progresivos: los primeros cambios se notan a partir de la tercera o cuarta semana y continúan mejorando durante los siguientes meses.
¿Qué es la radiofrecuencia y qué beneficios tiene?
La radiofrecuencia utiliza energía electromagnética para calentar las capas profundas de la piel.
Este calor estimula la producción de colágeno y mejora la circulación, lo que se traduce en una piel más firme, luminosa y revitalizada.
Una de sus ventajas es que proporciona un efecto tensor inmediato (efecto flash), ideal para ocasiones especiales. Aunque los resultados profundos son acumulativos, suele requerir varias sesiones seguidas para mantener el efecto.
Está especialmente indicada en casos de flacidez leve, piel apagada o pérdida de tonicidad superficial.
Diferencias clave entre HIFU y radiofrecuencia
Hay varias diferencias entre HIFU y radiofrecuencia, pero la principal es la profundidad de acción y la intensidad del resultado.
El HIFU actúa en capas más profundas, incluyendo el plano muscular, y consigue un efecto lifting progresivo. Por eso, suele aplicarse en una o dos sesiones al año.
En cambio, la radiofrecuencia trabaja sobre la dermis y la hipodermis, logrando un resultado más superficial pero muy útil para el mantenimiento y la mejora del aspecto general de la piel. Se recomienda como tratamiento continuado, con ciclos de 4 a 6 sesiones por año.
En cuanto a la tolerancia, la radiofrecuencia es prácticamente indolora, mientras que el HIFU puede generar alguna molestia durante la aplicación, que se minimiza con experiencia y calidad de la maquinaria.
¿Cuál es mejor para ti?
La elección depende del estado de tu piel, tus objetivos estéticos y la valoración profesional. En líneas generales:
- El HIFU es más adecuado si hay flacidez moderada, pérdida de definición mandibular o necesidad de tensar en profundidad con menos sesiones.
- La radiofrecuencia es ideal si buscas mejorar la textura, tonificar o prevenir la flacidez leve, o si quieres mantener los efectos de otros tratamientos.
En muchos casos, ambos se pueden combinar en momentos distintos del año para potenciar sus beneficios.
Preguntas frecuentes (FAQ)
¿Cuántas sesiones se necesitan?
Con el HIFU, una o dos sesiones al año son suficientes. La radiofrecuencia necesita entre 4 y 6 sesiones por ciclo para obtener y mantener resultados.
¿Qué tratamiento es más duradero?
El HIFU ofrece un efecto lifting que puede durar entre 12 y 18 meses. La radiofrecuencia requiere mantenimiento más continuo.
¿Se pueden hacer juntos?
Sí, se pueden combinar en protocolos complementarios según la necesidad de cada zona del rostro.
¿Qué zonas se tratan con cada uno?
Ambos tratamientos son aptos para rostro, cuello y escote. El HIFU es ideal para zonas como el óvalo facial o el contorno mandibular, y la radiofrecuencia para mejillas, pómulos y cuello.
¿Es necesario tiempo de recuperación?
No. Ambos son tratamientos no invasivos, con reincorporación inmediata a la rutina diaria.
Recupera la firmeza sin cirugía y con naturalidad
En la Clínica Pérez Sevilla diseñamos tratamientos personalizados combinando tecnología avanzada con una valoración estética precisa. Ya sea que necesites redefinir tu óvalo facial o prevenir la flacidez, el HIFU o la radiofrecuencia pueden ayudarte a conseguirlo de forma eficaz y segura.
Solicita tu cita aquí y descubre qué opción es la mejor para ti. Estamos para ayudarte a sentirte bien con tu piel, sin perder tu expresión natural.