A pesar de haber vivido un verano atípico hay algunas cosas que no cambian. Al deseo de que el bronceado no desaparezca rápidamente suele acompañarle la sorpresa (muy a nuestro pesar) de la aparición de manchas solares o que las ya existentes aumenten su tamaño.
Y es que, aunque la mayoría de ellas son inofensivas para salud, sí que tienen una carga antiestética importantísima, llegando a sumar hasta diez años en algunos casos.
Por lo general, las pigmentaciones más frecuentes son los lunares, las pecas y los lentigos. Mientras que los primeros aparecen en la niñez o la adolescencia y rara vez requieren tratamiento, los lentigos solares están directamente relacionados con la edad y la exposición al sol.
Precisamente los lentigos solares son los culpables de que la piel deje de tener un aspecto saludable y joven y se aprecie descuidada. La diferencia física con las pecas es que estas manchas suelen ser más grandes e irregulares, pudiendo adquirir un tono marrón o también blanquecino.
Además de en el rostro, también es común encontrar estas manchas solares en escote o manos, en general, las zonas más expuestas a la luz solar.
Manchas solares que suman años
Los lentigos también son conocidos como manchas hepáticas, aunque no tengan nada que ver con alguna enfermedad relacionada con el hígado.
Generalmente aparecen a partir de los 50 años y suelen crecer a medida que cumplimos años. Además, son altamente resistentes a los tratamientos cosméticos tradicionales por lo que es inevitable recurrir a técnicas como el láser.
Al contrario de lo que se pueda creer, las manchas más oscuras son las que mejor reaccionan a los tratamientos médicos debido al contraste con la piel. Por lo que, si tus manchas son muy oscuras y extensas, no te desanimes en absoluto.
Mis dos armas imbatibles contra las manchas solares
A pesar de que son muchas las marcas y productos que prometen acabar con las manchas solares y dejarnos una piel limpia, luminosa y rejuvenecida, lo cierto es que los odiados lentigos ¡a veces son más duros y resistentes que las arrugas! Por eso, en estos casos se debe sacar la mejor artillería y, sobre todo, atacar pronto.
De entre todos los tratamientos existentes, estos son mis favoritos, tanto por el resultado a la hora de combatir las manchas solares como por los beneficios colaterales que nos aportan. Y es que, ya nos sometemos a un tratamiento, cuantos más beneficios podamos exprimir… mucho mejor.
¡Empezamos!
Láser Co2
Este tipo de láser es un sistema de luz que interactúa con la piel para conseguir eliminar sus capas más superficiales y conseguir así una gran renovación a la vez que regenera la más profunda.
Si traducimos esto a resultados, estamos hablando de dos grandes logros que van de la mano. El primero, eliminar las manchas solares y conseguir una piel luminosa con un tono uniforme. Es válido para las manchas solares, pero también para cicatrices o marcas de acné.
Además, su acción en las capas más profundas nos ayuda a luchar contra el paso del tiempo al alisar arrugar y tensar la piel.
Fotorejuvenecimiento
Aunque su nombre se asocia rápidamente a arrugas al ser el elemento que primero nos viene a la cabeza al pensar en el paso de los años, lo cierto es que se trata de un tratamiento muy completo y versátil.
El fotorejuvenecimiento es un tratamiento específico para el rejuvenecimiento cutáneo en todo lo que esto implica, desde manchas, dilataciones vasculares como venitas y telangiectasias, arrugas, deshidratación, pequeñas arrugas o pérdida de flacidez.
Utiliza la Luz Pulsada Intensa (IPL) y el láser vascular y pigmentario, solos o en combinación, para restaurar la salud de la piel facial y obtener un resultado tan amplio. Mediante IPL y el láser podemos eliminar el acúmulo de pigmento, cerrar los vasos dilatados y mejorar la producción de colágeno, elastina y hialurónico en la piel facial para disminuir la flacidez. Para conseguir un resultado óptimo se necesitan varias sesiones, número que depende del estado previo de la piel.
Para someterse a este tratamiento solo hay un requisito previo, no estar bronceado. Es por ello que ahora es buen momento para informarse y pedir cita y así, una vez desaparezca el moreno, poder actuar y compensar los efectos nocivos de la radiación solar sobre la piel del rostro.
En este caso, la recuperación es inmediata y el tiempo de casa sesión no excede de 10 minutos.
Para saber cuál es el más apropiado para ti solo tienes que visitarme en la clínica. Una vez analizado el problema, podré ofrecerte la solución que mejor te encaja. ¿Nos vemos?