Es un hecho: estamos condenados a sufrir una pérdida significativa de colágeno a lo largo de nuestra vida, pero en este artículo te contamos cómo ralentizar este proceso y estimular la producción de colágeno, para lucir una piel sana, joven y radiante a partes iguales.
En primer lugar: ¿qué es el colágeno?
El colágeno es una proteína fabricada por unas células llamadas fibroblastos. Es el componente más abundante en nuestra piel y en los huesos, y es el responsable de la sujeción de los tejidos cutáneos.
En el caso de la piel, el colágeno aporta elasticidad y firmeza, de ahí que sea esencial para evitar la formación de líneas finas y arrugas, además de evitar la flacidez y la pérdida de volúmenes. Cada día, nuestras fibras de colágeno son agredidas, se endurecen o se destruyen, pero también son reemplazadas.
Las malas noticias es que, aproximadamente, a los 25 años comienza el proceso (ineludible) de la disminución en síntesis de colágeno. La producción de nuevas fibras disminuye tanto en cantidad como en calidad. Y, como consecuencia, comienzan a aparecer las primeras líneas, la pérdida de firmeza y elasticidad y, en definitiva, los signos de envejecimiento. Las buenas noticias es que podemos retrasar el proceso (y reducirlo) con ciertos tratamientos.
Por supuesto, el colágeno no es el único factor responsable del envejecimiento de la piel, la aparición de arrugas y la flacidez.
Nuestra reserva de elastina, que garantiza la elasticidad de la piel, nuestros niveles de ácido hialurónico y nuestra producción de sebo también se secan, y la renovación celular y la microcirculación sanguínea pierden eficacia.
De ahí la importancia de cuidar nuestro colágeno y fomentar su síntesis (y no solo por una cuestión cutánea). La degradación de nuestras fibras de colágeno tiene un impacto en nuestro organismo que va mucho más allá de unas arrugas. Los tejidos conjuntivos, formados principalmente por colágeno, constituyen el 80% de los tejidos de nuestro cuerpo, desempeñando un papel de protección, unión, soporte y cohesión.
¿Los riesgos asociados a la degradación del colágeno? Artrosis y dolores articulares, pérdida de flexibilidad de tendones y ligamentos, cataratas, huesos más débiles, vasos sanguíneos y arterias menos tonificados. ¿Te das cuenta de su importancia?
5 claves para estimular el colágeno de forma natural
- Dieta pro-colágeno. Para cualquier problema de la piel, lo primero que hay que hacer es fijarse en la dieta. Y esto es especialmente importante para el colágeno. Intenta deshacerte de los malos hábitos alimenticios que destruyen las fibras, como el exceso de azúcar, responsable del fenómeno de glicación que endurece las fibras de colágeno y produce radicales libres.
- Evita o reduce lo máximo posible la ingesta de alcohol y, por supuesto, el tabaco.
- Incorpora a tu dieta aminoácidos, vitamina A, azufre, cobre, zinc y silicio, que potencian los fibroblastos; antioxidantes, como la vitamina E, betacaroteno, polifenoles, licopeno o selenio, que protegen de los radicales libres (principales causantes de la oxidación celular y el envejecimiento prematuro); y vitamina C, que actúa sobre los dos factores anteriores.
- Revisa tu rutina facial e incorpora cosméticos que estimulen la producción de colágeno. Asegúrate que estén formulados con principios activos como los retinoides, que favorecen la síntesis de colágeno y elastina, además del número y actividad de los fibroblastos; la niacinamida, que tiene una potente acción antiedad ya que es capaz de aumentar la síntesis de colágeno e inhibir su degradación inhibiendo las metaloproteasas; los proteoglicanos o la vitamina C, por su gran poder antioxidante.
- Pon en movimiento tus fibras de colágeno. Aprovecha la aplicación de tus cosméticos para estimular la microcirculación y los fibroblastos con suaves, pero prolongados masajes circulares ascendentes. Es lo que se conoce como gimnasia facial. Hay montones de ejercicios faciales que tonifican los músculos de la cara y tienen un efecto directo sobre los fibroblastos y su producción de colágeno. Basta con 2 o 3 minutos diarios de ligeros masajes. Eso sí, has de combinado con tratamientos en la clínica para multiplicar los beneficios de todo lo mencionado anteriormente.
Tratamientos que estimulan producción de colágeno
Hay diversos tratamientos que pueden estimular la producción de colágeno.
A nivel de facialismo, el Carbon Peel Flash es un tratamiento muy demandado entre mis pacientes.
A través del carbón activado de origen vegetal y la plataforma Synchro QS4 de DEKA, el más innovador láser dermatológico Q-switched, conseguiremos renovar la piel más superficial, pero también estimulamos la producción de colágeno y elastina para evitar ese envejecimiento prematuro.
Sus resultados son inmediatos en cuanto a luminosidad, tersura y rejuvenecimiento facial, mientras que, a la larga, se conseguirá una acción pro-aging, gracias al efecto de estimulación del fibroblasto en la profundidad, que va a sintetizar colágeno, elastina y ácido hialurónico. El tratamiento es sencillo y rápido (unos 20 minutos) y, por supuesto, es indoloro y no requiere tiempo de recuperación.
A nivel de aparatología, la Radiofrecuencia fraccionada con agujas es un tratamiento es ideal para estimular la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico, mejorando la calidad de la piel en general, y con un efecto rejuvenecedor en particular.
El cabezal está constituido por 36 microagujas y podemos elegir a qué profundidad van a insertarse, cuánta energía vamos a utilizar, y durante cuánto tiempo se va a entregar esta energía, de modo que podemos personalizar el tratamiento no solo para cada paciente sino también para cada zona del rostro en función de las características de la piel.
Las agujas aplican la energía solo en la punta, que entrará profunda en la dermis, eso hace que la epidermis no se altere y que los tiempos de recuperación sean muy cortos. Se requieren de 3-4 sesiones. La síntesis de colágeno será evidente entre 1-1,5 meses, y el resultado se apreciará hacia los 3 meses.
Por último, ha habido una creciente popularidad (y no es para menos) de los inyectables estimulantes del colágeno sin efecto volumen. En concreto, los Nucleótidos de Croma, conocidos como el futuro de los inyectables regenerativos, aclamados por su capacidad para rejuvenecer y regenerar la piel.
Son famosos por sus propiedades bioestimulantes y cicatrizantes. Además, son reconocidos por sus estructuras complejas y su capacidad para rejuvenecer la piel con un resultado natural.
Predominantemente derivados del ADN del salmón, los polinucleótidos están diseñados para estimular los fibroblastos (células que producen colágeno, elastina y ácido hialurónico), promover la reparación de tejidos, mejorar la renovación celular, aumentar la elasticidad y la producción de colágeno. Este tratamiento se puede utilizar sobre cicatrices de acné, afecciones de la piel como rosácea, melasma e hiperpigmentación, para mejorar la cicatrización atrófica, en la alopecia y la pérdida de cabello androgénica, para mejorar líneas finas y arrugas profundas, para rehidratación y rejuvenecimiento de la piel, en caso de elastosis, es decir, un envejecimiento prematuro de la piel; y en el envejecimiento facial, como la flacidez y la pérdida de firmeza y elasticidad.